miércoles, 8 de diciembre de 2010

El niño y la niña golpeados


Todos sabemos que siempre es triste y doloroso arrastrar la vida cuando no se recibió amor, sobre todo de los padres durante la niñez. Todo el que ha estudiado siquiera un poco al ser humano, le va a decir que los cinco primeros años de la vida dejan una marca imborrable para toda la vida, para bien o para mal. Por eso, el privar a un niño de amor es como privar de fertilizante a un árbol que empieza a crecer, pero el golpearlo es como echarle veneno, lo va a terminar de matar psicológicamente y emocionalmente, o mejor va a crecer herido de muerte. Pero hay golpes y golpes, algunos golpes sacan sangre o dejan morados, incluso un mal golpe puede producir la muerte, pero hay otros mas sutiles que no se ven, pero que se graban a fuego lento no sólo en mente sino en la identidad de ese niño o de esa niña. Se graban en su "yo", y los frutos de estos golpes emocionales se van a ver después en sus relaciones con personas significativas y en su relación con el mundo. 
Me gustaría hablar un poco más detalladamente de esos golpes, que solamente los ven o los oyen quienes los dan, aunque no piensen en las consecuencias futuras y terribles que van a traer en sus hijos.  
Está claro, que cuando se repiten los golpes físicos, pero sobre todo los psicológicos o emocionales, se va agotando el amor. Nosotros los adultos sabemos como duele el silencio, tal vez más que las palabras ofensivas. Ese silencio es el peor de los castigos, ahora imagínese a un niño que no ha hecho nada y no se le habla, y no se le abraza y acaricia, cómo se va conformando su identidad...pensemos en eso. 
¿Han pensado en el daño que hacen a sus hijos, posiblemente muchas veces sin darse cuenta, cuando en lugar de relacionarse con sus hijos pequeños están preocupados del trabajo, con la limpieza, etc., en forma obsesiva y perfeccionista la casa? Son golpes lentos que van formando defectuosamente la escultura de su hijo. 
Silencio y ausencia, cuando se reprocha al hijo los pequeños errores pero cierras tu corazón y tu boca cuando hace algo bien. Por, ejemplo, cuando el niño empezó el kinder e hizo un dibujo, que pudo ser cuatro rayas cruzadas, pero que para él era una obra de arte, en lugar de abrazarlo o alabarlo, guardaste silencio. Con ello se produce en el hijo que aprenda a ver sólo los errores, pero no lo bueno que hay en sus personas.  
Todos estos golpes emocionales y psicológicos, hacen tanto daño en la niñez porque el niño o la niña no sabe defenderse; su mente apenas empieza a desarrollar lentamente ciertos mecanismos de defensa para poder filtrar y analizar lo que ve y oye. Su mente es como una esponja: recibe todo. No tiene capacidad para decir esto es verdad o no es verdad, lo que dicen es justo o injusto. Por eso los mensajes-golpes son como olas gigantescas que llegan sin control a lo más profundo de ese ser indefenso. Pero que distinta es la niñez y el futuro de sus hijos cuando ellos palpan el amor entre su padre y su madre, cuando ellos desde pequeños ven que su madre recibe con un beso, un abrazo al padre que llega del trabajo, o cuando el padre viene con un ramo de flores para su esposa o le da un beso a su esposa. Son detalles que se van grabando en el alma de los niños, que van modelando su personalidad, que van llenando de amor ese tanque-corazón. Créame, esa será la mejor herencia que podrá dejar a sus hijos.  

viernes, 3 de diciembre de 2010

LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR : PERSPECTIVAS DESDE LA EXPERIENCIA COLOMBIANA

La violencia intrafamiliar es un fenómeno social que ha sido
legitimado por décadas. Apesar de su extensión y gravedad,
no se le ha dado la importancia que merece, en gran parte
porque hasta hace muy poco el espacio de lo familiar había
sido reconocido como un espacio que pertenece a la intimidad,
y los comportamientos violentos se llegan a legitimar
como herramientas útiles para educar, mantener el control, o
como mecanismo válido para resolver sus conflictos. La violencia
dentro de la familia, entonces, ha sido considerada
como « funcional » porque reforzaba los roles de poder y
relaciones jerárquicas y de fuerza que se dan en la misma, así
como en algunos casos se legitiman patrones de crianza violentos,
como parte del proceso educativo de niños y niñas.

Nos proponemos en este escrito, hacer una caracterización
general de esta problemática y exponer algunos de los elementos
internacionales que han integrado la lucha contra
la VIF, para luego reflexionar sobre la experiencia colombiana,
específicamente sobre la implementación de una
política pública para prevenir, detectar, atender y sancionar
la VIF. La idea de compartir esta experiencia, es ver cómo
las políticas públicas pueden ser vías para la realización de
los derechos humanos y observar cómo una problemática
como esta puede convocar a los diferentes sectores (educativo,
justicia, salud, comunicación) en un objetivo común.
En este contexto, reflexionaremos sobre el rol de los y las
educadores en estas acciones.
Abordaremos enAbordaremos en primer lugar la caracterización de la violencia
intrafamiliar, para posteriormente dedicar un capítulo
aparte al tema de género y perspectiva de género como uno
de los ejes trasversales a tener en cuenta en el abordaje de la
problemática, para finalmente entrar al contexto colombiano
y compartir la experiencia de la política pública Haz Paz.